martes, 13 de septiembre de 2011

Amy Winehouse

Acabo de terminar de leer un reportaje sobre Amy Winehouse en la revista Rolling Stones, y la verdad es que la única palabra que se me ocurre para definir lo que me ha transmitido es, ternura.
En mi opinión, Amy nunca dejo de ser una niña, era frágil e inocente, una niña de papa tal y como reflejaba el tatuje que lucía en su brazo izquierdo.


En la entrevista he leido unas declaraciones que reflejan el cambio que sufrió entre su primer disco "Frank" y su segundo y último "Back to black". Cuando grabó el primero básicamente consumía marihuana, algo que venía haciendo desde que tenía 16 años, su lema era "Que te den, no me conoces". Sin embargo, cuando comenzó con el siguiente disco había cambiado los porros por el alcohol, y según declara Amy, el alcohólico es más trágico, es más algo como "la tragedia soy yo, te amo, voy a tirarme a la carretera por ti y me da igual si ni siquiera me miras, porque siempre te amaré ", textualmente.
Su segundo disco esta repleto de baladas desgarradoras (Love is a losing game, Some unholy war o Wake up alone), que lo son aún más con esa voz profunda y rota que tenía Amy. Llevó el soul a una generación que de no ser por ella posiblemente pensarían que eso era música vieja que cantaban gente como Etta James, Nat King Cole o Ray Charles.


Se le pueden poner muchos adjetivos, pero yo creo que en el que nadie duda y no tiene discusión es, auténtica. Ella era como era, con sus tatuajes, su moño interminable y sus bailarinas viejas. Nunca dejó de ser ella, no fue imagen de ninguna marca, no tenia su perfume, no fue de plato en plato vendiendo su música. Amy escribía lo que tenia dentro y lo cantaba como si se le estuviera partiendo el corazón en el escenario. No hay más que escuchar su gran éxito, Rehab, toda una declaración de intenciones.Si te gustaba bien y si no, pues nada, pero no iba a cambiar ni un ápice para vender más discos.

No solo no cambió, sino que incluso Chanel se inspiró en su particular estilismo en una de sus colecciones, Karl Lagerfeld quedó con ella en uno de sus conciertos en Londres, y quedó prendado de ella, tanto que lanzó una linea inspirada en Amy: mini vestidos, moños y rayas del ojo felinas tenían una seña inconfundible.


Aunque solo grabó dos discos, nos dejó grandes canciones como Rehab, You know that i´m not good o You sent me flying. Pero sin dudar, si tengo que quedarme con una es Valerie. Y si es en directo mucho mejor.


Amy estaba en un centro de rehabilitación para recuperarse de su adicción al alcohol, pero se decidió que fuera en régimen abierto ya que la discográfica la había preparado una macrogira por Europa. Entonces fue cuando ocurrió lo de Belgrado, salió al escenario en un estado lamentable, se olvidó de las letras que ella misma había escrito y respondió a los silbidos del público lanzándoles un zapato. Ahí fue cuando cancelaron la gira y la mandaron de vuelta a Londres. Su última noche la pasó tocando la batería y cantando en su piso de Candem.
El 23 de julio de 2011 nos dejó y sus fans decidieron homenajearla como a ella más la hubiera gustado, dejando en la puerta de su casa velas, cd´s , cigarrillos y vodka, mientras entonaban sus canciones.
Muchos pensarán que ella se lo buscó, que era una drogadicta y una alcoholica, y que ella fue quién eligió ese camino. Pero espero que esa gente también sepa valorar el talento innato que tenía Amy Winehouse y la huella imborrable que ha dejado en mucha gente, y sobretodo en la historia de la música. Ya es un mito.

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